En tus manos yace el destino de una de las grandes civilizaciones de la antigüedad. Lidera a cartagineses, celtas, griegos, macedonios, persas, romanos, vikingos o estigios y conviértete en el imperio más próspero que haya visto el mundo. Diseñado por Nigel Buckle y David Turczi e ilustrado por Mihajlo Dimitrievski (The Mico), Imperium: Clásicos se puede disfrutar en solitario o en un grupo de hasta 4 personas, a partir de 14 años, en partidas que duran unos 40 minutos por jugador.

Con una mecánica principal de construcción de mazos, los jugadores elegirán una de las naciones que incluye la caja y se enfrentarán a sus rivales para sumar el mayor número posible de puntos de victoria. Cada nación tiene su propia baraja de cartas y características que las hacen únicas, así que hay un montón de posibilidades al alcance de los jugadores, ¡Nunca dos partidas serán iguales!

Al principio, los participantes tomarán el control de naciones jóvenes y en expansión que aspiran a convertirse en imperios. A lo largo de los turnos, los jugadores irán añadiendo cartas a su baraja de juego que reflejarán esta evolución. La partida se juega por rondas en las que los jugadores irán alternando turnos. En sus turnos, los jugadores deberán elegir qué hacer: activar, innovar o rebelarse. Activar servirá para llevar a cabo acciones, innovar para tomar nuevas cartas y rebelarse para descartar las molestas cartas de disturbios. ¡Una buena gestión de mano es imprescindible para prosperar!

A lo largo de los turnos, los jugadores expandirán sus territorios, subyugarán otras naciones, desarrollarán ciencia y tecnología o fomentarán el comercio, entre otras acciones. Todo ello reportará puntos de victoria, mientras pasan de ser tribus bárbaras a imperios consolidados. La partida puede terminar de dos formas: con una fase de puntuación, cuando se terminan ciertos mazos, o cuando se produce un colapso. En el primer caso ganará quien sume más puntos de victoria. Pero si se desencadena un colapso, los jugadores deberán comparar el número de cartas de disturbio que posean: el jugador que tenga menos ganará la partida. ¡Tan importante es prosperar como evitar el caos!

Con una temática muy inmersiva, Imperium: Clásicos ofrece un equilibrio muy satisfactorio entre ambientación y mecánicas de juego. Además, los mazos de Imperium: Clásicos se pueden combinar con los de la caja de Imperium: Legendarios, de modo que los jugadores podrán usar cualquiera de las 16 naciones disponibles en una partida. Cada civilización destaca por tener estrategias particulares, con lo que explotar el potencial de cada una de ellas y ponerlas a prueba frente a naciones rivales distintas promete horas de entretenimiento. 

La saga Imperium enamorará a los aficionados a la historia y a todos aquellos que busquen un buen reto, ya sea en grupo o en solitario, y es que Imperium: Clásicos incluye un manual específico para este modo de juego que permite controlar de forma automática cada civilización con una gran precisión. Ante ti se alza un adversario formidable y tu pueblo está preparado para hacerle frente. ¡Tú decides si pasar a la historia como vencedor o vencido!

Imperium: Clásicos

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En tus manos yace el destino de una de las grandes civilizaciones de la antigüedad. Lidera a cartagineses, celtas, griegos, macedonios, persas, romanos, vikingos o estigios y conviértete en el imperio más próspero que haya visto el mundo. Diseñado por Nigel Buckle y David Turczi e ilustrado por Mihajlo Dimitrievski (The Mico), Imperium: Clásicos se puede disfrutar en solitario o en un grupo de hasta 4 personas, a partir de 14 años, en partidas que duran unos 40 minutos por jugador.

Con una mecánica principal de construcción de mazos, los jugadores elegirán una de las naciones que incluye la caja y se enfrentarán a sus rivales para sumar el mayor número posible de puntos de victoria. Cada nación tiene su propia baraja de cartas y características que las hacen únicas, así que hay un montón de posibilidades al alcance de los jugadores, ¡Nunca dos partidas serán iguales!

Al principio, los participantes tomarán el control de naciones jóvenes y en expansión que aspiran a convertirse en imperios. A lo largo de los turnos, los jugadores irán añadiendo cartas a su baraja de juego que reflejarán esta evolución. La partida se juega por rondas en las que los jugadores irán alternando turnos. En sus turnos, los jugadores deberán elegir qué hacer: activar, innovar o rebelarse. Activar servirá para llevar a cabo acciones, innovar para tomar nuevas cartas y rebelarse para descartar las molestas cartas de disturbios. ¡Una buena gestión de mano es imprescindible para prosperar!

A lo largo de los turnos, los jugadores expandirán sus territorios, subyugarán otras naciones, desarrollarán ciencia y tecnología o fomentarán el comercio, entre otras acciones. Todo ello reportará puntos de victoria, mientras pasan de ser tribus bárbaras a imperios consolidados. La partida puede terminar de dos formas: con una fase de puntuación, cuando se terminan ciertos mazos, o cuando se produce un colapso. En el primer caso ganará quien sume más puntos de victoria. Pero si se desencadena un colapso, los jugadores deberán comparar el número de cartas de disturbio que posean: el jugador que tenga menos ganará la partida. ¡Tan importante es prosperar como evitar el caos!

Con una temática muy inmersiva, Imperium: Clásicos ofrece un equilibrio muy satisfactorio entre ambientación y mecánicas de juego. Además, los mazos de Imperium: Clásicos se pueden combinar con los de la caja de Imperium: Legendarios, de modo que los jugadores podrán usar cualquiera de las 16 naciones disponibles en una partida. Cada civilización destaca por tener estrategias particulares, con lo que explotar el potencial de cada una de ellas y ponerlas a prueba frente a naciones rivales distintas promete horas de entretenimiento. 

La saga Imperium enamorará a los aficionados a la historia y a todos aquellos que busquen un buen reto, ya sea en grupo o en solitario, y es que Imperium: Clásicos incluye un manual específico para este modo de juego que permite controlar de forma automática cada civilización con una gran precisión. Ante ti se alza un adversario formidable y tu pueblo está preparado para hacerle frente. ¡Tú decides si pasar a la historia como vencedor o vencido!